Preciosa
gente lectora de este blog, qué maravilloso recurso tenemos hoy, que
no teníamos hace tan poco… si alguno de ustedes está seriamente
montado en la ola del desarrollo personal, profesional o espiritual,
aprovechen internet!!, yo particularmente soy una ávida consumidora
de YouTube. Allí he encontrado infinitas charlas de los pensadores y
expertos más vanguardistas en cuanto a la expansión interior del
ser humano y, prometo que dedicaré un espacio en éste blog,
para redactar un artículo dedicado a ellos y a lo que más me
sorprende a mí, al “fondo” común que comparten.
En
fin, después de escuchar mucho, sobre el propósito de las
dificultades y los “golpes” en nuestra vida, por fin, di con el
mensaje que siendo en el fondo, el mismo que ya había repasado otras
muchas veces de otros autores, esta vez, de boca del escritor
alemán, Eckhart Tolle, me llegó profundamente. Implica abordar una
perspectiva alternativa a la que hemos abordado aquí en el
blog. Genial no?, mientras más
alternativas al sufrimiento tengamos mejor!!!
Entonces,
¿Por qué?, no, (lo sustituimos por ¿Para qué? como ya he
planteado otras veces)...
¿Para
qué pasamos por la pérdida?, ¿Para qué tenemos que experimentar
la “traición”?, ¿Para qué se nos presentan obstáculos en
nuestro camino a las metas?, ¿para qué experimentamos carencia?,
etc, etc. Y sigo, ¿para qué venimos a éste mundo equipados con
emociones “negativas” que, “empeoran” nuestro estado frente a
esas situaciones trágicas?¿para qué sentimos rencor?, ¿para qué
sentimos odio?, ¿tristeza?. En vez de explicarlo, dejaré que lo
vean claro ustedes primero, a través de esta metáfora de Tolle.
En
el cine, todas las películas presentan un aspecto en común, el
conflicto. Para que halla historia, ha de haber conflicto, ha de
haber circunstancias adversas, si en la película todo está siempre
bien...qué película sería?. Así mismo, consideramos buena la
película, cuando la solución de ese conflicto, no viene de una
circunstancia externa, sino que viene de los personajes; cuando
trascienden sus miedos, sus egoísmos, superan el rencor y los
obstáculos y, logran “ser felices”. Reflexionen sobre esto… es
así? o no?
Vale, ahora, sí, la sencilla
explicación. Si
no hubieran dificultades, cómo avanzaríamos??, sólo habría
estancamiento. Los
“problemas” son la gasolina de nuestro movimiento en la vida,
la
evolución pretende que nos movamos siempre… eso
sí, hacia adelante o hacia arriba, no en círculos.
En
un nivel muy superficial, nos quedamos con que nos duele y ya está
y, cuando creemos que se nos pasó ese dolor, ese vacío, lo damos
por superado. Si nos quedamos en ese nivel, claro, ni el dolor, ni la
superación tienen sentido, ni cumplen realmente ningún papel
trascendental, y así es como seguimos moviéndonos en círculos y
pasan los años y seguimos en esa rueda de sufrimiento sin sentido.
Te pregunto, ¿Quieres seguir
en esa rueda?, porque nos quejamos mucho de ella, sin embargo, ahí
permanecemos, nos es familiar y nos sentimos seguros en el
sufrimiento familiar.
Si definitivamente, quieres
empezar a moverte hacia adelante, quieres romper el círculo, la
clave está en reorientar
tu interpretación y respuesta frente a las situaciones adversas;
he allí la solución a todo, la llave de la autorealización.
¿Cómo salir del círculo?
*Reconoce quién eres de
verdad y completamente, indaga en tu identidad espiritual.
Los seres humanos reconocemos
al menos 3 dimensiones en nosotros mismos; una dimensión
corporal-material, una dimensión mental y una dimensión espiritual.
Entre las tres, eres tu versión completa. Sin embargo, vivimos a
medias porque desconocemos quienes somos espiritualmente o
energéticamente.
La dimensión espiritual es la
parte nuestra que está en conexión con todo lo que existe, tiene
justo esa fuerza que nos ha hecho existir, sin esforzarnos o
provocarlo física o mentalmente, es la parte nuestra infinita,
energía pura.
*Gestiona
positivamente tus emociones y pensamientos,
Jugando a ser tu
propio testigo.
Una vez reconocida tu
identidad completamente (quién eres como cuerpo, como mente y como
espíritu/energía), practica el siguiente juego: cuando apenas
comiences a sentir tus emociones, conviértete en un espectador de lo
que sucederá a continuación, un espectador de tí mismo, de esa
emoción, de los pensamientos que llegan y, de las acciones que harás
como consecuencia. Es decir, desidentifícate de emociones y
pensamientos, tú dejas de ser esas emociones y esos pensamientos, y
te quedas con tu dimensión espiritual, desde allí, pasas a ser sólo
testigo de ellos. Es como si dentro tuyo hubiese un cines (ya que
comencé refiriéndome a ello ;) ) y tú, siempre que puedas, te
sientas atrás a observar como en la pantalla, se sucede la película
de tí mismo, convertido en un protagonista lejano que es el que
sufre y padece y peinsa, etc, etc.
*Practica,
practica y sigue practicando y desespérate y sigue practicando
El juego anterior es difícil,
es una práctica que requiere mucha práctica (jijijiji), sobre todo
porque no estamos acostumbrados a identificarnos con nuestro yo
espiritual (que es el único sabio que tenemos) pero, mientras más
practiques el juego de ser tu observador, mejor vas a orientar tus
interpretaciones y respuestas, entonces aprovecharás la “adversidad”
para avanzar!! y claro, cosecharás una vida plena y de éxito.