jueves, 28 de agosto de 2014

En el centro del Huracán, sólo ves el remolino.

Advertencia, estos escritos míos son cada vez más personales e íntimos...
Cuántas veces no nos ha pasado que leemos algo muchas veces, nos repiten lo mismo mil veces y sin embargo es como si no nos entrara en la conciencia. Después, como por arte de magia, otro día cualquiera, nos lo encontramos otra vez y resulta que por fín lo asimilamos y era algo super útil!!...

Eso me pasó a mí ésta semana, había leído y escuchado (aunque sobretodo leído), sobre permanecer como "observadora" ante mis asuntos. Para meditar, "observar los pensamientos y dejarlos pasar", para entender y desvanecer el famoso ego, "ser testigo de uno mismo desde la distancia", incluso como práctica terapéutica, etc., pero en verdad no había yo entendido cómo hacer eso, o más aún, no sabía en verdad, a qué se referían tantas veces con eso.

Creo que me estoy acercando a ese entendimiento, al menos ya desde la mente, y por supuesto, lo quiero compartir. Desde mi cama en la noche, me encuentro dándole vueltas a la cabeza sobre asuntos diversos que me preocupan; entonces entablo la conversación conmigo misma, sobretodo preguntándome cómo me siento y a partir de ahí, sobre el para qué?, etc. 

Loca, un poco sí, pero resulta que es así como uno puede empezar a ser testigo de uno mismo, desde más lejos, HABLANDO SÓLO, hablándose a uno mismo, si es en voz alta mejor. Los pasos concretos serían; 1) respirar hondo, 2) preguntarse cómo se está uno sintiendo en ése momento, (identificar tu emoción) 3) preguntarse qué? está provocando esa emoción que hemos identificado (el hecho, acontecimiento que provocó todo 4) qué idea o creencia está generando esa emoción (a qué le tenemos miedo?)    5) si es posible reírse de uno mismo, ( o sonreíse) 5) Hablarnos con amor y consuelo, en la conciencia de que no existe nada  que temer en realidad, nada que en verdad pueda dañarnos, porque más allá de estos cuerpos y mentes bajo las que nos autodefinimos, somos seres espirituales, universales, parte de un todo evolutivo, inmenso, infinito, lleno de misterios...  Lo más importante, aquello que SOMOS en realidad, la conciencia total, siempre va a existir, siempre va a expandirse. Entonces, ¿de qué preocuparse?. Una vez leí en un libro esta pregunta: ¿Qué tuviste que hacer tú para existir?.... Nada, entonces... ves lo segura que está tu existencia?. CELÁBRALO.

Cuando logras separarte, o si quieres planteátelo al revés, tú no te separas del miedo, del ego, sino el miedo/ego de tí. Cuando tú y y el ego-túse separan y ves tu miedo de frente, delante, desde arriba!!!, puedes desvanecerlo con tranquilidad y aprender de él.

Los miedos están para avisarnos de que algo está en desincronía con lo que nuestro yo superior nos prepara para nuestra expansión.















No hay comentarios:

Publicar un comentario