Les dejo directamente, el enlace a un artículo de la Revista Forbes que, por fin, lista los emprendedores SOCIALES más exitosos.
Seguramente, estas personas no sólo han triunfado empresarialmente sino que se sienten realizados como seres humanos, una dimensión que no es posible descubrir ni disfrutar, si uno no apuesta por emprender en su vocación.
El proceso de dejar nacer una idea dentro de uno, pensarla, visualizarla, soñarla, desecharla, retomarla, modificarla es en sí, una de las situaciones más emocionantes y activadoras de las que puede disfrutar el ser humano. A casi todas las personas nos ha rondado una o mil ideas a lo largo de nuestra vida, y en sus primeros segundos, creemos que es genial y que triunfaría en el mundo. Estos momentos, suelen ser subidones fugaces que, el 99% de las veces se quedan ahí.
No voy a exponer el montón de razones que van desde la psicología propia del individuo, hasta la sociedad o el momento que atraviesa, más bien quiero plasmar aquí que, poner en marcha alguna de estas ideas, SI UNO QUIERE SER FELIZ, es indispensable, ineludible, imprescindible.
Justamente el hecho de tener pensamiento e inteligencia nos otorga la capacidad inherente de crear!! y naciendo ya con esta capacidad, no desarrollarla, nos produce inevitablemente frustración. Cuando digo crear, no hablo de inventos científicos, ni de tener hijos, aunque ambos también son creaciones; hablo de intervenir para que algo que no existe o que existe con debilidad, tenga presencia y/o crezca. En mi caso, pretendo crear motivación o impulso en las personas, ya está. El hecho de generar o provocar emociones, ya es creación y el hecho de que salga de mí dedicar cierto tiempo a eso y a mi manera, es tremendamente gratificante.
Un apunte técnico, el cómo lo hago, lo difícil que sería o, los resultados cuantitativos; no son importantes. El proceso en sí de "construcción" ya aporta la energía y estado de ánimos perfectos, para que lo demás que no sale como esperábamos, lo superemos de forma más inteligente, provechosa y rápida.
Hay muchos roles que representamos, en familia, en la empresa, en la sociedad. Pero y uno sólo?, uno con uno mismo?. Qué rol representamos con nosotros mismos?. Esta faceta de nuestro ser debería ser la primera, desarrollar algo que nació de dentro, no importa los motivos, si es la soledad, el ocio, la falta de dinero o el exceso de dinero, apostar por nuestra propia iniciativa, nos hace creer en nosotros y cuando uno cree en uno mismo, se vuelve más generoso y prolífico porque se atreve, tiene confianza. Así que para cualquier otra faceta paralela, la de padre, jefe, vecino etc. hacer realidad su proyecto, será positivo.
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